jueves, 4 de septiembre de 2008

Danza Oriental Consciente y embarazo, 3ºparte.



Tanto aquellas mujeres que ya hemos pasado por una experiencia de parto, como aquellas y aquellos profesionales que se ocupan diariamente de acompañar a la mujer durante su trabajo de parto, sabemos que es el cerebro primitivo, no el racional, el que gobierna, el que de hecho debe gobernar las acciones del cuerpo de la mujer durante su parto.

De la capacidad que esa mujer tenga en ese momento de abandonar su racionalidad, de la facilidad o no que tenga de abandonarse, entregarse,..., de olvidarse y dejar a un lado el mundo de la racionalización y los pensamientos, permitiéndole así abrir las puertas al mundo del instinto y de la sabiduría ancestral del cuerpo, de todo esto fundamentalmente va a depender que el parto se desarrolle normalmente o no.

El cuerpo espontáneo, el cuerpo que suda, que desprende olores, que grita, que se retuerce, que danza, que llora y ríe la alegría de entregarse a una experiencia de una intensidad y belleza como pocas... El cuerpo que pare es un cuerpo abierto al cien por cien, es un cuerpo que se siente morir justo en ese instante en el que su hija/o llama desde las entrañas asomando ya a la puerta.

¿Estamos ahora las mujeres preparadas para afrontar una experiencia así? ¿Por qué tanta cesárea? ¿Por qué tanta epidural? ¿A quién beneficia todo esto?
El miedo,,,, la prisa,... Los grandes enemigos de la vida, del amor,..., y por supuesto de los partos.
En un parto nace una criatura, nace una madre, nace un padre, una pareja nueva... ¿Porqué no devolverle a este momento tan sagrado su tiempo, su ritmo, su espacio...?

¡Ojala las mujeres no necesitaran hacer preparaciones al parto! ¡Ójala el primer parto que una mujer viera no fuese el suyo propio! ¡Ojalá...!

En mis sesiones de D.O.N.A.C (danza oriental consciente) ayudo a mejorar a la mujer el contacto con sus pies, con sus piernas, con sus vientres, con sus raíces físicas, energéticas y emocionales.
Por medio de los ejercicios de danza y bioenergética trabajamos la apertura corporal, la entrega, la blandura,... Aprendiendo y encontrando movimientos que nos devuelven el placer, el gozo de sentir nuestra pelvis, nuestro suelo pélvico, nuestro vientre,..., la blandura y la fuerza de nuestra feminidad. Para devolver la confianza en un cuerpo que sabe como parir, aunque a muchas de nosotras se nos haya olvidado.

Los ejercicios que se ofrecen en la mayor parte de la clase son suaves y están pensados para favorecer la percepción del propio cuerpo y de sus movimientos posibles. Se emplean muchos estiramientos para expandir el cuerpo y liberarlo de la tensión. Los movimientos circulares y ondulatorios repercuten especialmente sobre la musculatura abdominal, pelvis y columna vertebral, participando también los brazos y manos con movimientos suaves.

Durante toda la sesión se insiste en la respiración porque el cuerpo se pone rígido cuando contiene el aliento, favoreciendo además así la oxigenación adecuada del bebé durante la ejecución de los ejercicios.
Y sobre todo se invita a las participantes a prestar atención a los sentimientos y emociones que provienen del propio cuerpo, a sentir el cuerpo a medida que se van ejecutando los movimientos de los diferentes ejercicios.

Según el cuerpo del bebé va creciendo dentro de la madre las percepciones corporales van cambiando, en un viaje mágico y vertiginoso que concluye en el día del parto. Los ejercicios realizados durante las sesiones irán también sintiéndose de manera diferente. Se anima a la mujer a percibir y estar atenta a estos cambios para que aprenda maneras de ir adaptando sus movimientos a ellos.

Durante toda la sesión se intenta reforzar a través de los ejercicios y las verbalizaciones el encuentro con el bebé, prestándole especial atención durante la ejecución de los movimientos.
Un objetivo prioritario del trabajo será la toma de conciencia de las sensaciones y emociones, dando especial prioridad a aquellos ejercicios, tomados desde la danza y la psicoterapia, que ayuden a la futura madre a recuperar la confianza en su cuerpo, factor que será de vital importancia en el momento del parto y posparto.

El último momento de la sesión siempre estará dedicado a la verbalización y escucha de lo sentido durante ésta, para ayudar así a poner palabras que vengan desde el cuerpo, y permitir la expresión y recogida de emociones, dudas, etc..

En el caso de asistir las parejas a las sesiones, el diseño de esta prestará especial atención a fortalecer el vínculo entre los dos miembros de la pareja, asi como a ir posibilitando el encuentro corporal y afectivo entre el futuro papá y el bebé.

En el caso de mujeres embarazadas y en posparto es necesario trabajar en grupos especialmente diseñados para ellas, ya que los ejercicios a hacer y la intensidad con que se trabajen los mismos no será igual que en el caso de mujeres no embarazadas.
Debido a los riesgos que existen, será fundamental que la persona que dirige el grupo esté especialmente familiarizada con las características y necesidades peculiares del trabajo corporal durante el embarazo, así como sus posibles consecuencias físicas y emocionales.
(En la foto aparecemos mi amiga Laura y yo, pasando una contracción en el parto de su hija Estrella, en Acuario.)

2 comentarios:

Qalamana dijo...

Hola wapa!!
me parece impresionante el trabajo que haces, me emociona, no puedo decirte más... me parece algo muy importante y tan intrínseco a la mujer tomar conciencia y control de algo tan nuestro como la experiencia del parto, que parece mentira cómo nos hemos "desvinculado" de esa experiencia tan transcendental para nosotras. Yo no soy madre, pero comparto tu forma de pensar, y me gustaría tener la oportunidad de vivir en su momento la experiencia de tener un hijo de una forma tan natural como la que tu describes...
Enhorabuena por tu trabajo!
(nos vemos la semana que viene en el Festival..)
muchos besos

Lorena

Anónimo dijo...

Hola!!!!
Me alegro tanto de haberte conocido...
Quería decirte que eres una bellísima persona, sabes dar tanto a los demás!!!!
BSSSSSSSSS

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