sábado, 15 de marzo de 2014

El Primer Grito: Un viaje por diferentes culturas y maneras de nacer


Me encanta viajar, aunque normalmente no puedo hacerlo tanto como quisiera. Aquel año decidí hacerme un regalo. Se presentó una oportunidad que sentí era única, y decidí decir “sí” a una posibilidad para viajar a Egipto. La primera y la única vez (por ahora) que he salido de Europa.

Era un viaje organizado por un grupo de profesionales de danza oriental, y estaba especialmente pensado para nosotras. Serían 15 días para recorrer varios lugares de Egipto, aunque el "plato principal" consistía en recorrer varios de los desiertos de la zona oeste del país. 

Recorrer el desierto..., dormir allí una noche..., acampar con un grupo de beduinos,… ¡¡¡vaaaayaaaa!!!! La propuesta me sonaba imposible de rechazar.

Como ocurre en la mayoría de los viajes organizados, al llegar al lugar las cosas no eran tan “mágicas” como las pintaban “los folletos”, pero gracias a esa habilidad especial mía de enfocar la atención donde me interesa…, el recuerdo de aquel viaje está en mi memoria lleno de imágenes hermosísimas, colores sorprendentes, sensaciones fascinantes…

Uno de los motivos que principalmente me llevaron hasta allí fue algo que sólo una de las personas que viajaba conmigo sabía: Quería aprovechar una de nuestras visitas al desierto para hablar con las mujeres y preguntarles, allí mismo, en vivo, sin tener que leerlo en ningún sitio, cómo parían a sus hijos
Así de simple. 
Llevaba años leyendo historias alrededor de la forma diferente de parir de las mujeres árabes, y yo imaginaba que en medio del desierto podía encontrarme historias dignas de escribir un libro.

Este era mi deseo, y luego llegó la realidad: no era fácil acceder a hablar con las mujeres de los oasis, y menos aún para un grupo de turistas españolas que ¡encima íbamos diciendo que éramos “belly dancers”! 
(madre mía la cara con la que nos miraban cuando se enteraban de esto…uf) 
Y una vez que logré hablar con una de ellas, sólo me contestó (después de mirarme extrañada, supongo que por la pregunta) que ellas iban al hospital a parir. ¡¡¡¡¡¿¿¿¿cómo????!!!!!! ¡¡¡¡¿¿¿¿dónde????!!!!

Por respeto, y quizás por exceso de prudencia por mi parte, preferí no atosigar a aquella mujer con más preguntas, y decidí dejarlo estar. Reconozco que me sentí algo sorprendida, y decepcionada…

Ahora no tengo la posibilidad de hacer todos los viajes que me gustaría, pero hace unos días llegó a mis manos este precioso documento. Es una película de Gilles de Maistre, traducida y subtitulada al español por Marisol Paredes, y en ella se hace un bellísimo recorrido por diferentes culturas y lugares del planeta. La película nos muestra diferentes modos de nacer, viajando de un lugar a otro. Muchos detalles de la película la convierten en un documento que creo debía ser imprenscindible de ver en cualquier curso, taller y/o formación relacionada con la maternidad.

Me quedo en especial con la belleza y coraje de todas esas mujeres que son capaces de pasar por la experiencia de parir a sus hij@s con la aceptación de que la distancia entre la vida y la muerte en ocasiones, no es más que un suspiro... Toda una lección de coraje y entrega.

      
      


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